Llegó por fin el día. Riot empezó a andar con su primer show. En el ambiente se respiraba esa ilusión de cuando todo está por hacer, todo es posible, y se puede llegar tan lejos como uno quiera. Estás dentro con ellos pero con la suficiente perspectiva para verlo y apreciarlo con la experiencia que te dan las canas. Piensas en lo que pasa por esas cabezas y te alegra saber lo que están sintiendo.
Si alguna vez creéis que podéis hacer algo, intentadlo, chicos. En el ejército, cuando aún se hacía el servicio militar, alguien dijo "la gloriosa condición de vencido sólo se adquiere después de haber luchado, cosa que distingue del cobarde y del desertor". Luchad por lo que buscáis.
En el ring, dos grandes combates entre cuatro tag teams. R7 (Dave Steel y Ricky Barceló) dejaron clarinete a Latin Nation quien manda en la calle. Luego, el poder del dinero manejando al pérfido Santiago Sangriento y al traidor pulgoso se impuso a unos Bad Boy y Allen Hawk que merecieron más.
En los combates previos volvimos a tener la visita de luchadores de la ABC, Association Biterroise de Catch venidos de Béziers. Una agradable ciudad a sólo 280kms de Barcelona ideal para pasar un fin de semana romántico con Cariño, que después de lo de la Japan Weekend está un poco arisca. Porque ir a ver unos combates en las Arènes de Béziers y visitar el Musée du catch forma parte perfectamente de un finde romántico, ¿no?
Una sesión de fotos sin problemas y tirando de método adquirido. Las luces peculiares del No Limits y yo hemos llegado a un pacto de no agresión. Yo no les pego fuego, y ellas se disimulan bastante con los ajustes manuales y el flash a cascoporro.
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